Qué hacer cuando un niño tiene baja tolerancia a la frustración en el deporte

En el deporte en equipo existe un grado importante de competitividad; algo que, generalmente, ofrece una gran oportunidad de crecimiento y disciplina en el niño que lo practica. Sin embargo, no todos los niños son capaces de adaptarse a los procesos de frustración que surgen irremediablemente en el deporte.

Pero pese a que es en el deporte en grupo donde los niños están más predispuestos a sentirse fracasados, un niño también puede experimentar frustración cuando no alcanza determinadas metas en deportes o actividades que realiza solo. Entonces, ¿cómo gestionar la frustración y cómo trabajar la tolerancia a la frustración en niños? Hoy te damos consejos básicos que te ayudarán a reconducir el miedo a la derrota en los pequeños deportistas.

La aceptación como arma infalible

Saber aceptar que no siempre se gana es un primer paso hacia la tolerancia en el deporte. A veces los niños se sienten ofuscados cuando las cosas no ocurren en correspondencia a lo que desean; sin embargo, es importante recordarles que una de las cuestiones más bellas que entraña el deporte es la incertidumbre de qué ocurrirá.

Convertir la frustración en aprendizaje

La frustración es una emoción y debe ser tratada como tal. Los adultos deben guiar al niño a reconocer cómo se siente y por qué, mostrándole herramientas que le ayuden a superar las emociones negativas de cara a vivir feliz y en armonía consigo mismo, sin importar lo que suceda ahí fuera.

Divertirse es la mejor recompensa

La sociedad empuja a los niños a sentirse ganadores únicamente cuando un papel o un marcador así lo dicta. Es importante reconstruir las viejas costumbres y hacer entender a los más pequeños que la finalidad del deporte siempre es divertirse y desarrollarse plenamente; de esta manera, los niños conseguirán sentirse ganadores aunque pierdan un partido y sabrán disfrutar de una victoria con disciplina y humildad.

Ser un ejemplo a seguir

A veces, el detonante de la frustración al deporte en niños es el mal ejemplo al que se exponen a diario. Por ello, es importante que tanto familiares como entrenadores sepan transmitir a los niños la importancia de aprender del deporte independientemente de los resultados obtenidos. El niño siempre debe ser respetado y valorado, sin excepciones.

El mayor éxito es el esfuerzo

El esfuerzo es indispensable en la consecución de objetivos. Educar a los niños en la perseverancia hará que toleren mejor la frustración ilusionándose con su propia constancia y valentía; pero también es importante recordarles que el esfuerzo no siempre les traerá el éxito tan pronto como desean. En estos casos, la paciencia es otra gran virtud.

 

Comenzar a tener en cuenta estos consejos hará que el niño fortalezca su autoestima y descubra sus actitudes positivas sin importar las situaciones a las que se enfrente mientras practica su deporte favorito. No olvides que el adulto debe ser y comportarse como un ejemplo a seguir y que, en muchas ocasiones, la baja tolerancia a la frustración no es más que un reflejo de lo que se vive y se respira en entornos cercanos al niño.

Cuáles son los mejores ejercicios de coordinación en fútbol para niños

Además de cualidades como la resistencia, la fuerza, la flexibilidad y la velocidad, el fútbol necesita de una gran coordinación para potenciar el buen juego de los futbolistas. Por ello, la necesidad de incluir ejercicios enfocados en mejorar esta facultad física, es una de las bases esenciales para el futuro deportivo de los jóvenes jugadores.

La importancia de la coordinación

Los ejercicios de fútbol para niños dirigidos a una mejor coordinación, se focalizan en trabajar sus cuerpos como un único instrumento de acción, practicando movimientos de todo tipo en cuestión de conducciones, cambios de orientación, pases y esquives, buscando una notable mejoría en el rendimiento y la optimización del esfuerzo, y reduciendo gradualmente el consumo energético en el terreno de juego.

Este tipo de entrenamiento es, por tanto, el método más eficiente para lograr un notable funcionamiento y toma de conciencia de la totalidad del volumen corporal, que repercutirá en una más fina precisión, un ahorro de energía y una más eficaz y rápida toma de decisión, que desarrollarán las habilidades técnicas y motoras de los pequeños atletas.

Los mejores ejercicios

Existe un amplio abanico de ejercicios de coordinación de fútbol para niños, ya que es fundamental involucrar en los entrenamientos el mayor número de músculos posible. Esto se debe a que la coordinación se encuentra dividida en dos tipos: la coordinación óculo-motora, encargada de la conjunta actividad de la visión y las piernas (cambios de juego, lanzamiento de faltas, disparos, etc.) y la coordinación dinámica general, orientada a la forma atlética (carreras, sprints, saltos, entre otros). Ambas son indispensables para el correcto progreso del futbolista.

Entre los diferentes ejercicios, podemos encontrar:

Ejercicio de centro de gravedad y balance corporal (dificultad baja)

Se disponen unos cuantos aros en el suelo, alternados entre dos y uno, en dirección a una portería con varios balones en su parte final. El mismo número de jugadores se situarán en fila al principio de la escalera y deberán brincar hacia la portería acabando con los pies en los aros (los dos separados si hay dos y los dos juntos si hay uno), acabando con el disparo a puerta. El resultado es la óptima coordinación del balanceo natural del cuerpo al recrear dichos movimientos y que tengan como premio poder chutar el balón, que es lo que más les suele gustar.

Ejercicio de agilidad (dificultad media)

Se colocan varios conos en fila y a una distancia similar. El pequeño jugador en cuestión deberá progresar sorteando cada cono de izquierda a derecha, intentando no derribar ningún obstáculo. A esto se le puede sumar la colocación de una portería al final y, mediante la disposición de pelotas al término de los conos, aprovechar con un último tiro. Esto consigue que el futbolista se esfuerce en combinar la visión y las piernas.

Ejercicio de orientación de pelota (dificultad alta)

Con la necesaria participación de 3 jugadores y 1 balón, se divide en tres partes una pequeña zona del campo, situándose en cada una los diferentes jugadores a una distancia de varios metros. El futbolista de la zona central se encargará de pasar en corto hacia una de sus bandas, que le devolverá el balón para rápidamente pasarlo a la banda contraria y cambiarse por el último receptor, para que su compañero se convierta entonces, con el balón en sus pies, en el jugador central, que deberá pasar la pelota al compañero que le acaba de cambiar el sitio, para poder intercambiarse en el segundo pase con el jugador que aún no se ha movido de su lugar y que todos terminen por ocupar alguna vez la zona centro. Este entrenamiento ayudará a la mejoría de los cambios de orientación, los cambios de sentido, los pases y las combinaciones entre compañeros.

 

Este modo de preparación de la coordinación es una de las claves en las sesiones de entrenamiento, para potenciar las habilidades de los principiantes futbolistas y que disfruten mientras que las realizan, al tiempo que se enriquecen deportivamente a través de la técnica y la perseverancia, que servirá para alcanzar una estupenda forma física, una buena soltura en el campo y asegurar un gran papel en los torneos de fútbol.

Cuáles son los principales beneficios del deporte en los niños

La sociedad actual invita al sedentarismo infantil. Los niños pasan largas horas sentados en la escuela y cuando llegan a casa se enfrentan a la tarea diaria o al libro que deben leerse para el examen de turno.

Parece que hayamos olvidado que el niño necesita movimiento y ejercicio para sentirse feliz y saludable; por ello, hoy hablaremos sobre los principales beneficios del deporte en los niños, que a decir verdad, son increíblemente importantes.

Mantiene el buen estado de salud

El deporte moderado realizado de forma habitual promueve el buen estado de salud general en los niños. La práctica de ejercicio ayuda a que los pequeños estén bien, se sientan sanos y rebosan vitalidad en su día a día.

Uno de los principales beneficios del deporte es que su hábito contribuye al correcto funcionamiento de los órganos y de los diferentes sistemas del cuerpo. El corazón, los huesos y el sistema respiratorio y sanguíneo se mantienen fuertes y sanos, y los niños gozan de un estado de ánimo sobresaliente.

Promueve la diversión

Los niños se divierten y aprenden jugando, y el deporte les ayuda a pasarlo bien al mismo tiempo que cuidan de su salud física y emocional. La segregación de endorfinas en el deporte es elevada por lo que ayuda a que los niños se sientan en un estado de felicidad rebosante.

Hay que tener presente que el ejercicio debe ser siempre una actividad lúdica para el niño que lo practica. Será el propio niño el que decida cuánto quiere exigirse a sí mismo; los adultos nunca deben interferir en la diversión que entraña el ejercicio: para los niños, todo deporte es un juego.

Relaja las tensiones

¿Quién dijo que ser niño era fácil? Cada vez es más frecuente que los niños se encuentren estresados y agotados por las prisas y obligaciones a las que se exponen diariamente.

El ejercicio físico favorece la descarga de tensiones acumuladas y promueve la relajación física y psicológica, algo que repercute positivamente el la calidad del sueño y, por consiguiente, en la calidad de vida.

Previene la obesidad

La obesidad infantil ha aumentado considerablemente durante los último años, un triste hecho que acarrea serios daños a la salud de los más pequeños. Son el sedentarismo y la alimentación inapropiada los principales responsables de la acumulación excesiva de grasas en el organismo.

La actividad física frecuente e intensa impide que se retenga masa grasa en el cuerpo previniendo que se produzca obesidad en los niños.

Aumenta las destrezas psíquicas y sociales

Cuando el deporte es en grupo, la actividad no solo afecta a nivel físico, sino que repercute en aspectos más profundos del individuo.

Los deportes en equipo juegan un importante papel en la socialización y la autoestima del niño. Las situaciones que se presentan en el fútbol, el baloncesto, el tenis, etc., inculcan a los niños valores como el respeto, la humildad, el compañerismo y la disciplina.

Los niños que juegan en equipo también adquieren habilidades como el pensamiento lógico, el respeto hacia los demás y hacia las normas, la consecución de objetivos en común y el manejo de la temida frustración; prácticas muy útiles para vivir felizmente en sociedad.

La tarea de los padres y cuidadores es recordar los enormes beneficios del deporte para la salud de los niños; intentemos crear una sociedad de niños sanos y felices, dejemos que disfruten como deben del ejercicio físico.